Durante las últimas semanas, el dólar dio señales de estabilización. Como lo había presagiado el nuevo ministro de Producción, Dante Sica, cuando antes de asumir había dicho que la industria se sentía cómoda con una divisa cotizando en torno de los $ 28. Y en esa línea se ha movido el Gobierno nacional.
La cotización del dólar acumuló la última semana una baja de 2,38%, al cerrar a un promedio de $ 27,76 por unidad en el mercado minorista, en un contexto en el que se observaba un cambio de estrategia y mayor confianza en los inversores a partir de la estrategia desarrollada por el Banco Central y el Ministerio de Hacienda de manera coordinada, a lo que se sumó también la aparición de la oferta del sector agroexportador.
El foco de la nueva conducción del Banco Central se centró, inicialmente, en normalizar el mercado de cambios a través de una amplia batería de medidas. Con vistas a alimentar la oferta de dólares, se puso en práctica un mecanismo de licitación de divisas para los primeros dos días de la semana, como anticipo del programa más extenso que se iniciaría luego del ingreso de los fondos del FMI, resumió el último reporte del Banco Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, también se dispuso una nueva reducción en las tenencias de dólares de los bancos, aunque en esta oportunidad se les permitió superar los límites normativos si el exceso de posición en moneda extranjera es mantenido en Letes en dólares, apuntando a brindar mayor liquidez a estos instrumentos, de manera que otros inversores institucionales (aseguradoras o fondos comunes de inversión) los tomen como referencia para posicionarse en moneda dura, quitando presión al dólar billete.
De acuerdo con el informe al que accedió LA GACETA, otro factor que contribuyó a descomprimir las tensiones cambiarias tuvo que ver con la aprobación del acuerdo con el FMI y el posterior desembolso del primer tramo del programa, por U$S 15.000 millones. De ese monto, U$S 7.500 millones serán volcados al mercado de cambios mediante un esquema de licitaciones de U$S 100 millones diarios, iniciado el jueves y a realizarse a lo largo de los próximos 75 días hábiles, destinado a cubrir las necesidades de pesos del Tesoro y acotar las expectativas de suba del tipo de cambio, puntualiza. De esa manera, el equipo económico del presidente Mauricio Macri buscó cerrar las turbulencias cambiarias.
Sin embargo, desde la misma Casa Rosada se anticipó que la crisis cambiaria de los últimos meses se observará en los próximos, ya que -en gran medida- el incremento del valor del dólar se trasladará a precios. “Sabemos que eso termina con incidencias en los precios. Por suerte tenemos instrumentos y herramientas para salir de esta situación y seguir por la senda del desarrollo y el crecimiento”, reconoció el sábado por la noche el ministro del Interior Rogelio Frigerio en el programa que conduce Mirtha Legrand.
¿Qué puede llegar a ocurrir de aquí en más con el dólar?
A partir de lo ocurrido en los últimos 45 días, cabe esperar que oferta y demanda de dólares cambien en forma significativa, tanto en volumen como en composición, indica la economista del Instituto de Estudio sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), Guadalupe Gonzalez. Y explica:
• Por parte de la demanda de dólares, es de esperar que tanto el turismo como las importaciones de bienes disminuyan dado el nuevo tipo de cambio.
• Por el lado de la oferta, la entrada de créditos al país puede resultar menor, aunque en parte podría ser compensada con el financiamiento del FMI y por las exportaciones de bienes que conseguirían mejorar respecto de su trayectoria en el último año.
Según la experta de la Fundación Mediterránea, en los 12 meses hasta abril, la entrada de dólares originada en créditos y financiaciones de distinto tipo (incluido organismos multilaterales) sumó U$S 33.596 millones, y este es uno de los rubros en donde pesa la incógnita respecto de la magnitud que habrá de alcanzar en 12 meses de aquí en adelante. “Frente a estos cambios de oferta y demanda, lo que ocurra con el mercado de cambios habrá de depender de lo que pase con la demanda de dólares por atesoramiento de los propios argentinos”, puntualiza. Sin embargo, observa que hasta la primera quincena de este mes se percibía una descompresión de lo ocurrido en mayo en relación a demanda de dólares y depósitos. “De tener éxito el nuevo programa económico, podría darse un punto de inflexión a partir de ahora en relación al comportamiento de estas dos variables”, proyecta.
El Gobierno nacional necesita llevar tranquilidad al mercado, tras dos meses de fuertes turbulencias cambiarias y en un semestre donde la divisa estadounidense se ha apreciado cerca de un 50%. A partir del crédito del FMI, se estima el gobierno podría contar con U$S 11.500 millones para volcar al mercado en la segunda mitad del año y, de esta manera, estabilizar el mercado cambiario.